Un Lenguaje diferente
¿Qué nos impide hablar con el lenguaje del Amor?
Irresponsablemente caemos con frecuencia en
ciertas actitudes que sólo nos complican y dificultan la comunicación.
Si realmente queremos aprender a hablar con el
lenguaje del Amor,
será mejor que comencemos a pensar muy
seriamente en renunciar a varias cosas…
No reacciones
intempestivamente
Tal vez el verdadero motivo de la reacción que
experimentas sea originado
por situaciones antiguas que ya han quedado en
el pasado, pero que al recordarlas,
consciente o inconscientemente, nulificas a la
otra persona…
Evita a toda costa el
uso de expresiones ofensivas
Mejor no las uses, ni con los demás, ni contigo
mismo, en ningún momento.
Con esas frases “devastadoras” que tan hábilmente
usas, y que sabes que llegan
a la herida de la otra persona, a quien en
realidad dañas, es a ti mismo…
No interrumpas la
comunicación
Abandonar abruptamente una conversación, es una
manera de manifestar violencia en contra de la otra persona. Con los monólogos
sucede lo mismo.
En el
fondo, sólo se quiere tener “la última palabra”, nulificando la perspectiva y
argumentos de la otra persona, por lo que
se toma la ruta fácil de suspender la conversación evitando encarar lo
que atenta contra nuestro poder, menospreciando al otro con nuestra huida. Con
esa actitud, sólo logramos quedarnos solos.
No vale la pena
sermonear
Sermonear sólo es una forma de persecución que
agrede al otro, obligándolo a que
te escuche, manipulando la conversación y
haciendo que se comporte como tú deseas.
Es inútil regodearse
en el pasado
Retomar rencillas o heridas del pasado para
discutir sobre el incidente actual,
no permite que sanen las lesiones de ninguna
relación, el mejor instrumento para
mantener una comunicación pulcra, es el perdón.
Despídete de la ironía y el sarcasmo
El uso de frases irónico-sarcásticas no sólo
reviste de agresividad lo que se quiere decir,
sino que hace que la comunicación se transforme
en violenta…
Necesitas tener
siempre la razón?
Luchar por “tener la razón” es luchar por tener
el poder en la conversación, lo cual
te aleja de los demás, pues “ganar la pelea”
por medio de la razón no te hará feliz…
Evita las justificaciones
“Explicación no pedida, acusación manifiesta”, dice el viejo refrán.
Hacer aclaraciones que no se han solicitado,
demuestra que te estás sintiendo atacado, por lo que te defiendes “a priori” en
una reacción que es producto del miedo y la rabia.
Abstente de censurar
los sentimientos ajenos
Si respetas los sentimientos de los demás,
compartiendo los propios y explorando lo que yace en el fondo, podrás conocer
un poco mejor a la otra persona, entenderla y brindarle tu apoyo.
Nadie es infalible, ni
tú!
Frecuentemente debemos practicar la prudencia y
ceder para llegar a un acuerdo,
pues hasta tú te puedes equivocar…!
No es necesario Levantar la voz
El Amor nunca grita, por el contrario, susurra…
Generalmente no nos damos cuenta, pero cada vez
que hablamos a gritos,
estamos agrediendo a nuestro interlocutor.
Para qué disfrazar
mensajes?
Es mejor hablar con claridad, transparencia
y verdad.
Expresarse mediante “indirectas”
verbales o no, no conduce a nada.
Discutir es un sano
intercambio de opiniones, no un pleito verbal
Detrás de toda discusión que se ha hecho
repetitiva, generalmente se esconde un motivo totalmente distinto al que
aparentemente generó la discusión, pero del cual no se expresó nada en el
momento adecuado, y resulta evidente que aún quedaron cosas por decir.
Deja de acumular quejas,
ofensas y resentimientos
Si algo te ha molestado de la otra persona,
háblalo en su momento, o hazlo a la brevedad posible, si hacerlo en el momento
fuera inapropiado, pero no acumules motivos para discutir algo haciendo que la
situación se complique .
Olvídate de siempre
ganar las discusiones
Cuando se gana una discusión, casi
sistemáticamente
pierdes mucho más de lo que puedes imaginarte.
Renuncia a inferir
amenazas o sembrar culpas
Al amenazar o culpabilizar a los demás, sólo
juegas con sus emociones,
lo cual aprovechas en beneficio de tu ego,
alimentándolo, sin darte cuenta que después,
tu propio ego crecido se convertirá en tu peor
enemigo.
No cedas a la
tentación de asumir cosas y hacer suposiciones
Generalmente las dudas nos hacen asumir o
suponer aquello que no entendemos,
y muchas cosas simplemente las damos “por
hecho”.
Es preferible preguntar y aclarar las cosas
para así tener certeza en lo que digas o hagas.
Mantén la discreción
de tus discusiones
No es necesario involucrar a terceras personas
en una discusión,
ni buscar que otros intercedan por ti o que se
conviertan en tus defensores
Como
resultado de cualquiera de estas actitudes, la comunicación se dificulta,
lo cual acaba por separarnos de los demás, y
consecuentemente, del Amor.
Tómalo como tu maestro, porque
esa persona en realidad te muestra
hasta dónde llega tu Amor, te muestra tu
verdadero límite para amar a alguien.
Recuerda que cada vez que te “defiendes” con un ataque, a quien en realidad agredes es a ti mismo!
Recuerda que cada vez que te “defiendes” con un ataque, a quien en realidad agredes es a ti mismo!
Perdonar es ver la vida de otra manera, es verla
desde el corazón, no desde la razón.♥
Sólo basta intentar algo
muy sencillo…
Descubre lo que la otra persona siente
Identifica la causa de esa emoción
Encuentra a dónde quiere en realidad llegar
Permite que el otro exprese lo que siente
No dejes añejar los problemas
No te permitas contaminarte de la ausencia del
amor, que es donde se instala el miedo.
El mundo entero es un eco: sólo repite lo que
tú dices
…es un espejo: refleja tu propia imagen
…es un boomerang: te devuelve lo que le has enviado
Tú puedes decidir lo que quieres oír,
lo que quieres ver,
lo que quieres recibir.
Tú puedes decidir lo que quieres oír,
lo que quieres ver,